El Ayuntamiento de Trillo ha trabajado durante los meses de verano en la puesta a punto de la Escuela Infantil Municipal y las instalaciones del Colegio Ciudad de Capadocia con el objetivo principal de adecuar y adaptar ambos centros ante el inicio del nuevo curso, en el que la pandemia del COVID-19 obligará a poner en práctica protocolos y medidas de seguridad nuevas y nunca antes implementadas hasta la fecha.
Junto a ello, la Concejalía de Bienestar Social y Educación ha aprovechado el periodo estival para realizar numerosas labores de mantenimiento y mejoras, que en esta ocasión han sido profundas y cuyo coste ha superado los 40.000 euros.
Los trabajos principales en el caso de la Escuela Infantil Municipal han consistido en la renovación completa de la cocina y el baño del centro, tanto suelos como alicatados, así como todo el pasillo principal. Ambas estancias se han dotado de nuevo mobiliario, nuevos sanitarios y se han adaptado a las necesidades higiénicas motivadas por la pandemia. Por ejemplo, en el caso de la cocina, se ha adquirido un nuevo lavavajillas, del que no se disponía hasta la fecha, y que permitirá que se pueda lavar y desinfectar en el propio centro la cubertería que utilizarán los alumnos, que también se ha comprado nueva, de manera que los padres no tendrán que traer cada día los cubiertos de sus hijos, minimizando así riesgos.
Además de las obras en la cocina y el baño, se han pintado todas las estancias del centro -el aula principal, la sala de psicomotricidad, la zona de descanso, pasillos y zonas comunes-, y se han llevado a cabo arreglos de carpintería y eléctricos; se han limpiado los canalones, se han arreglado cerraduras y otras tareas de mantenimiento. “Son trabajos que se llevan a cabo todos los años, pero que, en este caso, incluso se han realizado en mayor profundidad”, como señala la concejala del área, Mayte Blanco. También se ha adquirido un nuevo ordenador para el uso de las dos empleadas de la Escuela, además de numeroso material educativo y lúdico, sobre todo, teniendo en cuenta que se ha desechado mucho del que se disponía hasta la fecha por cuestiones higiénicas y en busca de otros más fácilmente lavables y desinfectables.
Específicamente, en materia de medidas anti COVID-19, también se ha llevado a cabo una remodelación del centro para adecuarlo a las normas exigidas desde la Conserjería de Sanidad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Se ha eliminado parte del mobiliario con el objetivo de dar más espacio a los menores, de modo que las distancias entre ellos puedan ser mayores, como explican las propias trabajadoras del centro. Con la disminución de la ratio al 75% de su capacidad, la Escuela Infantil de Trillo puede matricular este curso hasta 15 niños, si bien comenzarán mañana, 1 de septiembre, con 13 niños que ya han confirmado su inscripción.
Ilusión y ganas por reencontrarse con los alumnos y comenzar el curso
Junto a ello, Ana Espinosa y Mónica Batanero, las educadoras, han pasado el verano con la tristeza de ver su aula vacía de niños, de risas y lloros, de abrazos y emociones, pero con la ilusión y las ganas de empezar curso, con limitaciones y normas, pero con nuevos proyectos y mucho positivismo. También han trabajado mucho adecuando sus aulas, decorándolas para sus alumnos y colocando los nuevos materiales educativos que se han ido adquiriendo, como la nueva mesa de luz, uno de los que, seguro, tendrá el éxito asegurado en las próximas semanas. Además, Ana y Mónica, en colaboración con la Concejalía, han adaptado los protocolos fijados por la Consejería de Sanidad a las características y la fisionomía del centro, como ya han comunicado a los padres y madres durante la reunión que éstos mantuvieron con las educadoras el pasado lunes 24 de agosto, en la que también participó la concejala del área, Mayte Blanco, debido a la importancia de las medidas adoptadas y con la idea de tratar de resolver todas las dudas planteadas por las familias.
Entre otras normas, los padres no podrán acceder al centro, deberán llamar al timbre y serán las educadoras las que recojan a los pequeños en la puerta, para evitar la entrada de un mayor número de personas a la Escuela. Al empezar la jornada, los niños deberán desinfectar sus zapatillas en la entrada, se lavarán las manos, se les tomará la temperatura y se realizará un registro de asistencia diario, con el objetivo de controlar los contactos ante un posible caso de COVID-19. Todos los pequeños que acudan a la Escuela deberán hacerlo con una Declaración Responsable de sus progenitores, donde confirmen que acuden al centro sin ningún síntoma compatible con coronavirus. Por último, los niños no podrán traer objetos de casa.
El interior de la Escuela Infantil se ventilará a menudo y se fomentarán las actividades en el patio exterior de la misma, siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan. Se ha habilitado una habitación de aislamiento, en la que se trasladará al menor que presente algún síntoma compatible con COVID-19, que permanecerá en ella con el acompañamiento de una de las educadoras, nunca solo, hasta que sus padres lo recojan. En el caso de que se dé esta situación, las educadoras deberán notificarlo al centro de salud de zona para que se lleven a cabo las medidas correspondientes.
Las educadoras permanecerán durante toda la jornada con sus mascarillas puestas y realizarán dos desinfecciones diarias en el centro, una a mitad de la jornada y otra al finalizarla. También se tomarán la temperatura diariamente y ya se han sometido a la prueba de detección del COVID-19 para descartar totalmente la presencia de la enfermedad.
Para dar cumplimiento a los protocolos, el Ayuntamiento, además, ha adquirido una alfombrilla desinfectante, dispensadores automáticos de gel hidroalcohólico y de toallitas húmedas, mascarillas, un termómetro de infrarrojos, papeleras con tapa y pedal y un importante surtido de material higiénico y de limpieza para el uso diario de la Escuela Infantil.
En total, el Ayuntamiento de Trillo ha invertido 20.500 euros en todos los trabajos y adquisiciones realizados en la Escuela Infantil. “No se han escatimado recursos ni esfuerzos para garantizar que damos cumplimiento a todas las normas establecidas por Sanidad y para asegurar la salud y el bienestar de los más pequeños, que es lo que más nos importa”, subraya la concejala, quien espera que el curso arranque y se desarrolle con la máxima tranquilidad y sin sobresaltos.
Las educadoras, por su parte, comienzan su tarea con muchas ganas e ilusión, a sabiendas de que deberán adaptarse a la situación y a medidas y formas de actuar que también son nuevas para ellas, pero con la firme intención de llevar a cabo su labor educativa de la mejor forma posible, y sin dejar de lado el afecto. “Ésta es la etapa más sensorial de los niños y no se la podemos negar; seguiremos con nuestros talleres sensoriales, adaptándonos a la nueva situación y haciéndolos de forma individual en lugar de en grupo”, detallan Ana y Mónica, conscientes de la difícil pero bonita tarea que tienen por delante, en este atípico inicio de curso, y después de que los niños hayan permanecido sin escuela durante más de seis meses.
Lavado de cara en el Ciudad de Capadocia
En el caso del Colegio Ciudad de Capadocia, la inversión municipal asciende a 21.600 euros que incluyen distintos trabajos de mantenimiento (13.000 euros) en el edificio del colegio y en las instalaciones del comedor escolar y la compra de los libros del nuevo curso para cada alumno (8.600 euros). En su caso, el funcionamiento del centro depende directamente de la Consejería de Educación, si bien el mantenimiento de las instalaciones lo asume directamente el Ayuntamiento de Trillo para garantizar las mejores condiciones y el bienestar tanto del alumnado como del personal del centro. Es por ello que el Consistorio ha dedicado los meses de verano a llevar a cabo distintas mejoras y obras pendientes, aunque, como apunta la concejala de Educación, “otras se irán desarrollando y terminando a lo largo del año, puesto que no eran primordiales para el inicio de curso”.
Entre otras, se ha pintado el exterior del edificio y se ha dotado de un nuevo letrero, lo que otorga al edificio de un lavado de cara, un nuevo aspecto para iniciar este atípico nuevo curso. Se han arreglado distintas goteras, se ha instalado nuevo cableado y se han realizado tareas de mantenimiento que suelen desarrollarse durante las vacaciones de verano. También se han llevado a cabo arreglos de carpintería y se ha realizado la limpieza anual del centro y de todos los materiales, este año, también acompañada de una desinfección completa a causa de la pandemia.
Además, el Ayuntamiento de Trillo colocará un arco de desinfección a la entrada del Colegio, de las mismas características de las instaladas durante estos últimos meses a la entrada de la Residencia de Mayores Fuente Alegre o la colocada en el acceso a la piscina municipal. “Aunque su funcionamiento no depende directamente del Ayuntamiento, estaremos también muy pendientes de nuestro colegio, tratando de ayudar en todo lo que necesiten tanto los profesores como los alumnos”, asegura la concejala de Educación y Bienestar Social, Mayte Blanco, que seguirá muy de cerca el inicio del curso.
En los próximos días, el equipo directivo del Colegio junto a la concejala de Educación informarán a las familias sobre cómo se desarrollará y en qué condiciones la vuelta a las clases, cuyo inicio está previsto para el próximo 9 de septiembre.